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Los funcionarios del Gobierno nacional decidieron ocultar sus pensamientos ante el asesinato del líder de Al Qaeda.
Los funcionarios del Gobierno nacional decidieron ocultar sus pensamientos ante el asesinato del líder de Al Qaeda.
El canciller argentino Héctor Timmerman tiene un estilo populista y confrontativo que representa dignamente la esencia del kirchnerismo. El uso que Timmerman hace del Twitter sorprende a propios y a extraños (incluso llegó a pelearse con Luciana Salazar cuando la pulposa vedette promocionaba su noviazgo con Martín Redrado) pero logra mantener comunicado en todo momento al canciller con la gente. Luego de la confirmación de Obama sobre la muerte de Bin Laden, varios esperaban que el funcionario exprese la postura de nuestro país de manera instantánea en la conocida red social. Pero no sólo Timmerman evitó comentarios, sino que ningún funcionario del Gobierno nacional emitió opinión al respecto.
Recién el lunes pasadas las 14hs (más de doce horas después de la confirmación de Obama) la cancillería emitió un breve y sencillo comunicado oficial que se resume en el siguiente párrafo: "La muerte de Osama Bin Laden coloca al terrorismo internacional, una vez más, como tema central de la sociedad. La República Argentina manifiesta su profundo rechazo a quienes utilizan la política o la religión para cometer acciones criminales".
Resulta curioso que en ninguna oración del comunicado se nombre al país protagonista del asesinato o al presidente del mismo. Una interpretación objetiva del comunicado nos llevaría a deducir que lo que quiso manifestar Cristina fue claro: Rechazamos las acciones de Al Qaeda, pero eso no significa que apoyemos a Estados Unidos.
Quienes sí utilizaron Twitter para dar su opinión sobre el asesinato del líder talibán fueron algunos de los voceros extraoficiales del Gobierno. El sindicalista Julio Piumatto y el periodista Dante López Forresi fueron los encargados de poner en duda la muerte de Bin Laden y criticar duramente el accionar de Estados Unidos. Dante Forresi escribió textualmente que “la muerte de Bin Laden va a ser menos creíble que las armas de destrucción masiva de Saddam, o que una tapa de Clarín”. No conforme con eso, luego agregó: “Bin Laden fue la excusa que Estados Unidos usó para entrar en Medio Oriente y Chávez lo será para entrar en América del Sur”.
Más allá de no compartir ideología con los Estados Unidos, semejante hecho histórico merece más que un comunicado de diez renglones que diga lo obvio. Todos los ciudadanos argentinos merecemos saber cual es la posición de nuestros representantes. La totalidad de los países serios del mundo le han hecho llegar sus felicitaciones a Barack Obama y hasta los ideológicamente contrarios (como es el caso del Uruguay de Pepe Mujica) han manifestado mediante sus cancilleres el gran paso que el asesinato de Bin Laden significa en la lucha contra el terrorismo.
En la Argentina (al igual que en Venezuela, Bolivia y Cuba) los funcionarios prefirieron evitar dar su opinión sobre el tema sin usar herramientas (como Twitter) que sí utilizan para otros temas más banales. Es como si hubiese bajado una orden desde la Presidenta de no expresar ningún comentario que pueda llegar a tomarse como apoyo a los estadounidenses.
El único representante del oficialismo que estuvo a la altura de las circunstancias y fue contundente con su pensar resultó ser Daniel Scioli. El gobernador bonaerense declaró que "es un gran paso de cara a la lucha contra estos criminales terroristas que han generado aquel día dramático para el mundo, el 11 de septiembre, una masacre que mereció la condena universal”. Sin olvidarse de los responsables del asesinato, Scioli sentenció: “Dar con Bin Laden, con su paradero, era un objetivo estratégico y considero que Estados Unidos ha dado un gran paso en esta lucha que nos tiene que unir y comprometer a todos”.
¿Era mucho pedir que ese comentario no perteneciera a Scioli sino a la Presidenta de todos los argentinos? ¿Tanto le costaba a Timmerman utilizar su tan querido Twitter para imitar a su par uruguayo y apoyar la lucha contra el terrorismo?