martes, 20 de marzo de 2012

EL KIRCHNERISMO REPTATRIÓ UNA PRÁCTICA QUE CREÍAMOS SUPERADA: LA CENSURA

REVISTA MAGNA
BUENOS AIRES

El ex Jefe de Gabinete de Néstor y Cristina Kirchner fue víctima de censura por criticar duramente a su ex jefa. ¿Cómo reaccionamos los argentinos frente a esta práctica?
El pasado martes se produjo un hecho histórico en nuestro país. Muchos medios decidieron no darle la trascendencia correspondiente pero pasadas las 23 hs del martes, la censura volvió a aparecer en las páginas negras de nuestra vida política. Para muchos, se trataba de una práctica olvidada que había llegado a su fin en 1983. Pero NO, el ex Jefe de Gabinete Alberto Fernández vivió en carne propia la censura “K”.
Fernández fue invitado al programa de Marcelo Longobardi en C5N. Como lo viene haciendo en los últimos tiempos, el ex Ministro despotricó contra el Gobierno de Cristina. Al parecer, en el oficialismo estaban dispuestos a soportar las críticas de Alberto, pero no a que siga profundizando el escándalo de la imprenta Ciccone que salpica la investidura del vicepresidente Amado Boudou.Imagen: lagaceta.com.arImagen: lagaceta.com.ar
Luego de recibir un llamado del despacho presidencial, Julio De Vido fue el encargado de llamar a la producción del programa para que levanten la nota de Alberto Fernández.El programa no sólo fue levantado, sino que las dos repeticiones que debían salir en la madrugada también fueron drásticamente suspendidas.
¿Censura o exageración del límite horario?
La versión oficial para defender lo indefendible fue que el programa de Longobardi había sobrepasado las 23hs y debía comenzar el programa siguiente. Lo primero que vale la pena destacar es que en los canales de cable (incluído C5N) es un hecho totalmente común que los programas que reciben invitados importantes se extiendan en su horario. El tiempo no es tan estricto como en los canales de aire. Incluso si así lo fuese, siempre existe un pre aviso para que el conductor pueda despedir al invitado.
¿Por qué puede asegurarse que existió censura? El reconocido y prestigioso periodista Alberto Padilla (ex conductor de CNN), era uno de los invitados del programa y –debido al abrupto corte- nunca salió al aire. Minutos después del acto censurador, Padilla twitteó desde su cuenta oficial: “Fui testigo presencial de la represión a la prensa en Argentina. Sacaron del aire a Longobardi por orden de la Presidenta Kirchner”. ¿Hace falta alguna prueba más para demostrar que hubo censura? No, pero –igualmente- las hay.
Al día siguiente de que fuera censurado, Alberto Fernández habló con Nelson Castro en su programa radial de Radio Mitre. El ex Ministro descargó toda su ira. Definió lo sucedido como “un hecho lamentable, de una mediocridad absoluta”. A su vez, quiso salvaguardar su imagen confesando que “no quiero lucrar con un hecho tan patético”. Lo más jugoso del diálogo puede abreviarse en esta frase: “Longobardi me dijo: ‘Nos levantaron el programa’. Lo que yo escuché es que era producto de las presiones que estaban recibiendo del Gobierno”. Luego, cerró con un magistral “nunca pensé que podía pasar algo así en Argentina”.
Cuarenta minutos más tarde, el mismo Fernández habló con Longobardi y  Gonález Oro en Radio 10 (perteneciente al igual que C5N al empresario-periodista Daniel Hadad). Sólo Alberto Fernández, Hadad y Cristina sabrán que pasó en el transcurso de esos minutos. Lo cierto es que la postura del censurado fue radicalmente diferente. Si bien nunca desmintió la censura, el diálogo tomó un carácter más jocoso; intentando relativizar la gravedad del hecho.
Hadad no tardó en sumarse al diálogo. Entre risas, el ex jefe de Gabinete pedía que no lo cortaran en ese momento y aceptó gustosamente y sin chistar la explicación del mandamás mediático, que pidió disculpas por el corte abrupto de la emisión televisiva con el argumento de que se había excedido en el horario.
El inconsciente le jugó una mala pasada
La frase con la que se despediría Hadad del diálogo “defensivo” fue la que más ensució a la Libertad de Prensa. Exaltado, el propietario de la Radio y C5N, sentenció: “El día que Alberto Fernández esté censurado (en alguno de sus medios, se entendía), ese día preferiría no trabajar más en esta profesión”. La frase hace alusión a la relación de cuasi amistad que mantienen el político y Hadad.
Para más adelante quedará el análisis sobre los beneficios que esa amistad le redituó al empresario mediático.La rápida licencia del canal de cable (que muchos sostienen que tiene su origen en “Cristina5Néstor”) y el hecho de que sus medios posean la publicidad oficial más abultada del Gobierno Nacional y el de la Provincia de Buenos Aires; convierten en una obligación el hecho de sospechar acerca del cambio ideológico y la simpatía política de Hadad con el kirchnerismo.
Pero más allá de la compra de voluntad que pudiera existir, parece imperante debatir la frase de despedida de Hadad en el diálogo radial con Longobardi, Oro y Fernández. La frase correcta para cualquier periodista que cree fervientemente en la Libertad de Prensa, hubiese sido: “el día que cualquier político esté censurado, ese día preferiría no trabajar más en esta profesión”.
¿Por qué Hadad hace hincapié en Alberto Fernández? La interpretación más correcta de la frase de Hadad indica que el empresario nos dijo que a Alberto nunca lo censuraría pero a otros políticos SI. ¿Es ese el estado ideal en el que están incumbidos nuestros medios de comunicación?
La semana pasada, nuestra sociedad vivió un hecho aberrante que tiene como resultado una consecuencia más temible aún. Es atroz que haya existido censura en nuestro país, pero más temible aún es el hecho de que la mayoría de la sociedad (medios, políticos y la ciudadanía toda) haya demostrado una actitud relajada sobre el hecho; como si los argentinos nos tendríamos que acostumbrar a esas prácticas.
Para combatir ese mal de los argentinos, habrá que refugiarse en el líder revolucionario más importante de la historia Argentina (y quizás, latinoamericana) Ernesto “Che” Guevara, quien en plena revolución Cubana manifestó que “el peor daño que puede padecer la democracia es el acostumbramiento a sus falencias”.
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EL KARMA DE LOS VICES: CRISTINA LE SOLTÓ LA MANO A BOUDOU

REVISTA MAGNA
BUENOS AIRES

El 16 de diciembre del año pasado, a una semana de asumir su segundo mandato, Cristina expresó en una conferencia: “No saben lo lindo que es tener vicepresidente”. En ese momento la relación entre Cristina y Amado pasaba por el mejor momento. La vertiginosidad de la política argentina hace que tan sólo tres meses después de aquella categórica frase, se pueda afirmar que la relación entre nuestra Presidenta y el Vicepresidente está a un paso del quiebre total.
Imagen: urgente24.comImagen: urgente24.comEl escándalo de la ex Ciccone crece día a día con muchas incertidumbres, pero con una gran certeza: la figura de Amado Boudou será gravemente perjudicada. Diputados opositores ya anunciaron que pedirán juicio político para el vicepresidente y los vínculos que unen los casos de corrupción de la empresa con Boudou son cada vez mayores. El Kirchnerismo se percató de la situación y decidió soltarle la mano.
Momento inoportuno
Quizás si el escándalo Ciccone hubiese explotado en otro momento, donde todo era color de rosa para el Gobierno, la decisión presidencial hubiera sido otra. Pero la crisis social y una posible e inminente crisis institucional obligan a Cristina a no poder ayudar a uno de sus niños mimados. Los 51 muertos en la tragedia de Once y el enfrentamiento creciente con Macri y Moyano (más la sensación de que en cualquier momento se concreta el rompimiento con Scioli) le quitan todo tipo de fuerzas al Gobierno para defender a Boudou de la embestida mediática.
La decisión está tomada: Boudou se las tendrá que arreglar solito. Dos hechos sucedidos la semana pasada –uno oficial y el otro no- así lo confirman. El primero tiene que ver con el anuncio del juez federal Norberto Oyarbide. El magistrado, que en los últimos tiempos cobró notoriedad por “salvar” a los “K” de cualquier embestida opositora- se declaró incompetente y rechazó la causa del Vicepresidente.
Vale agregar aquí la “insuficiente” conferencia de prensa que brindó el titular de la AFIP Ricardo Echegaray, quienprecisó que un año y medio atrás, “el actual Vicepresidente no intervino en el pedido de quiebra de Ciccone ni tampoco en su levantamiento", pero admitió  que se le otorgó un plan de facilidades de pago a Ciccone a los efectos de cumplimentar la estrategia recaudatoria de AFIP para empresas concursadas o fallidas. Es decir, Echegaray le posibilitó a todos los medios poder titular “El Gobierno reconoció que Boudou tuvo contacto con Ciccone”. La duda quedó planteada: la conferencia de prensa, ¿Ayudó o perjudicó a Boudou?
El segundo hecho viene de una fuente del diario La Nación.  En una de sus columnas, Joaquín Morales Solá afirmó que, según el súper Subsecretario Guillermo Moreno, el seno íntimo del kirchnerismo decidió que “con Amado pasará lo que tenga que
pasar”. Esto se suma al duro gesto que se pudo observar en el discurso de Cristina en la apertura de sesiones en el Congreso: cuando la Presidenta ingresó al recinto se mezclaron entre los papeles que caían desde los balcones -donde estaban los integrantes de La Cámpora- boletas con la leyenda “Boudou Miente”. ¿Es posible que la oposición o el tan desprestigiado Grupo Clarín hayan infiltrado esas boletas? La respuesta es clara: NO.Anticipando la postura del kirchnerismo, los papelitos fueron tirados por los mismísimos militantes de la agrupación de Máximo.
Para comprender con más exactitud lo sucedido, vale recordar que cuando Cristina decidió que Amado fuera su Vice, a la persona que más le costó convencer fue a su propio hijo. A Máximo nunca le terminó de caer bien la frivolidad manifiesta del ex Ministro. Seguramente sea una cuestión de herencia familiar. Era Néstor el que renegaba ante cada aparición de Boudou en los segmentos de chimentos o espectáculos. “Con papá vivo, Boudou no sería el Vice”, habría dicho Máximo por estos días al lamentarse por la exposición negativa de Amado. Lo cierto es que Máximo y Zannini lograron convencer a Cristina: Boudou ya no es un intocable.
¿Crisis institucional?
Es la primera vez que un vicepresidente está involucrado en un escándalo de corrupción que posibilitará la posibilidad de un juicio político en el Congreso. Amado Boudou se encuentra en una encrucijada: tentado por Moyano (su buena relación con el gremialista es lo que terminó de decidir a Cristina para soltarle la mano) para abandonar las filas kirchneristas, sabe que nada bueno le deparará su estadía en el oficialismo. Sin embargo, todavía no entra en análisis la posibilidad de abandonar al kirchnerismo. Si estando dentro de él se lo trata de esta manera, es incalculable el ataque que pueden disparar los “K” si sigue el camino de su antecesor Julio Cleto Cobos.
Por el momento, al Vicepresidente le queda la difícil tarea de sobrepasar los traspiés judiciales en un clima totalmente hostil. Sin el apoyo del Gobierno y con la embestida de la oposición (política y mediática), Boudou intentará encontrar en su perfil popular la salvación a la condena pública.
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