viernes, 18 de mayo de 2012

LA RUPTURA DEFINITIVA ENTRE SCIOLI Y CRISTINA ES UNA CUESTIÓN DE TIEMPO

REVISTA MAGNA
BUENOS AIRES

A la creación de La Juan Domingo, el Gobernador bonaerense sumó polémicas declaraciones sobre las elecciones de 2015. ¿Hasta cuándo simularán la convivencia?
El Gobernador de la Provincia de Buenos Aires Daniel Scioli está viviendo en carne propia una de las famosas Leyes de Murphy. Aquella que dice “Si algo puede salir mal, saldrá mal” es una de las verdades más simplistas que está viviendo el mandatario bonaerense en su relación con Cristina. Desde sus comienzos en el kirchnerismo, allá por 2003 cuando aceptó ser el candidato a Vicepresidente de Néstor Kirchner, se sospechó que su ideología no era compatible con la del “pingüino”.
La historia sabrá reconocer la habilidad de Scioli para esconder las diferencias y soportar cuatro años como Vice de Néstor; la misma historia que ya condena por desleal a su sucesor (Julio Cleto Cobos). Lo cierto es que existía, existe y existirá (hasta que se concrete) una sensación de que Scioli va a romper con el kirchnerismo.
Imagen: eltribuno.infoImagen: eltribuno.infoLos hechos políticos sucedidos en los últimos días hacen pensar que ese momento es cada vez más inminente. La semana pasada hablamos en este mismo espacio del surgimiento de la agrupación política La Juan Domingo, que significó un gesto claro de disconformidad del Gobernador bonaerense con la agrupación que responde a Máximo Kirchner. Así lo sintió el seno íntimo del kirchnerismo y se lo hizo notar a Scioli.
Sueño presidencial
Ahora quien dio señales fuertes sobre un posible distanciamiento fue el propio, Daniel Scioli. Las tapas dominicales de los diarios enfrentados al gobierno reflejaban que “Scioli manifestó sus intenciones de ser presidente en el 2015”. Lamentablemente para Cristina, el tan pronunciado latiguillo “Clarín Miente” no fue correcto esta vez. Efectivamente, Scioli declaró que quiere ser presidente.
¿Por qué entonces no hablamos de una ruptura ya efectuada? Por la capacidad del bonaerense de quedar bien con Dios y con el Diablo, característica que lo distingue desde sus comienzos. A finales de los noventa, fue el único político que mantenía buenas relaciones con Menem y con Duhalde. Luego, en 2005 se distinguió por ser el único “K” que mantenía el diálogo con Duhalde; hoy, es uno de los pocos integrantes del kirchnerismo que no es mala palabra para el multimedio Clarín.
Inmediatamente luego de expresar su intención de ser presidente, Scioli completó su discurso diciendo que “claro que si la Presidenta consigue reformar la constitución, la acompañaré para que vaya por la re-reelección”.
Dos puntos para destacar quedan como consecuencia de las declaraciones del Gobernador:
-Una de las premisas básicas en la metodología política de Scioli es la de “Se dobla, pero no se quiebra”. Oponiéndose al pensamiento trágico de Leonardo N. Alem, quien allá por 1985 pronunció al histórica frase “Si, que se rompa pero que no se doble” (lo dijo luego de ganar las elecciones legislativas en referencia a la relación con el poder ejecutivo), Scioli prefiere el dogma del tironeo. El Gobernador le habría dejado en claro a Cristina que no está dispuesto a seguir obedeciendo como un cordero todas las ‘sugerencias’ que vienen de la rosada. También le aclaró a la propia Cristina que la relación con su Vice (Mariotto) no daba para más, responsabilizando a la propia Presidenta de las consecuencias que pueda deparar la permanencia de Mariotto al frente de la legislatura bonaerense. Son muy pocas las similitudes que hoy existen entre el kirchnerismo y el sciolismo, pero Scioli tiene algo decidido: todavía no es el momento para romper. ¿Cuándo lo será? Cuando Cristina lo disponga. Scioli piensa que si es él quien pega el portazo, la sociedad lo juzgará como un “Cobos” más.
-El punto anterior analiza lo que se desprende de la primer parte de la frase de Scioli (“Quiero ser presidente en el 2015”). Pero la frase no terminó allí. Scioli enfatizó en que si Cristina logra legalizar los caminos para su re-reelección, la apoyará sin dudarlo. ¿Es un signo de “achicamiento”? Para nada, es una clara intención de comunicarle a Cristina que –con Néstor muerto- la reconoce como la líder natural del kirchnerismo, pero –a su vez- dejarle en claro queél se autoproclama el segundo político en el orden jerárquico de los “K”. El pensamiento de Scioli es claro: “Si va Cristina tendré que esperar cuatro años más, no me puedo oponer a ella; es mi líder. Pero no voy a permitir que con su dedo elija a cualquier otro (Máximo)”. Scioli tendrá como misión convencer a los kirchnersitas que –luego de Cristina- el es próximo heredero del legado político que dejó Néstor Kirchner. Confía en la fuerza de la Constitución y luchará para que no sea reformada. Así, con el apoyo de algunos “K” convencidos más la ayuda del Grupo Clarín, podrá derrotar a algún delfín de Cristina en el 2015. Algo quedó claro: no enfrentará a Cristina.
Moyano y Macri ven una luz
Con los desplantes de Scioli, quien demostró su alegría y sacó a relucir el famoso “Yo se lo dije”, fue el –hasta ahora- jefe de la CGT. El sueño de Moyano es el puesto que hoy ostenta Scioli, y sabe que si el Gobernador pretende la presidencia en el 2015, su apoyo le será más que útil. Quienes conocen a Hugo, dicen que por estos días está moviendo todos sus hilos para deshilachar la soga que une a Cristina con Scioli. Cual si fuera un Jorge Rial, lleva y trae información para convencer a los asesores de Scioli de que es el momento indicado para dejar sola a la Presidenta.
Mauricio Macri vive de manera ambivalente la disputa sciolismo vs. cristinismo. Por un lado, es consciente que sin el Gobernador bonaerense, el kirchnerismo pierde mucho. No debemos olvidar que Scioli aportó un 55% de votos del primer padrón electoral (la provincia de Buenos Aires). “Sin el bonaerense, la reelección de Crisitna no hubiese sido tan fácil de conseguir”, se animan a murmurar muchos macristas.
Pero Macri también sabe que con Scioli afuera de los “K”, se suma un oponente de peso más en su camino al sillón de Rivadavia. El Jefe de Gobierno Porteño ya aseguró que en el 2015 irá por la presidencia y sumar un oponente tres años antes de que llegue la campaña no parece ser una buena señal. Igualmente, su gurú (Jaime Durán Barba) le anticipó que es mejor un escenario con tres posibles 33% que un uno donde haya que enfrentar a dos de esos 33% juntos. ¿Es posible una alianza? Ideológicamente no están lejos, pero ninguno de los dos resignaría el cargo de presidente para ir como vice. Sin embargo, dependiendo de la fortaleza con la que llegue el candidato “K”, no habría que descartar una interna entre Scioli y Macri para que toda la Argentina decida quién va como presidente.
En muchas ocasiones parece que la extrema anticipación a una elección es provocada por la ansiedad de un cierto sector de periodistas, pero –citando al gran Tato Bores- “la única verdad es que a veces pienso que los políticos trabajan para nosotros”. Son ellos los encargados de comenzar las disputas internas y planificar futuras candidaturas antes de tiempo. Por lo pronto, hay una verdad incuestionable que nadie podrá discutir: el sciolismo ya decidió conformarse como fuerza política.
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