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REVISTA MAGNA. BUENOS AIRES
Más allá de las derrotas sufridas en los últimos tres fines de semana, lo que preocupa a un sector del oficialismo son las pésimas decisiones que la Presidenta está tomando.
Imagen: mundofotos.netEl 10 de julio (primera vuelta de Capital) se está transformando en una fecha bisagra del presente año electoral. A partir de allí, la Presidenta ha actuado de manera incorrecta en tres hechos vitales; seguramente su conducta fue influenciada por la debilidad de la cuál habla Kárpov. Veremos caso por caso los errores de Cristina.
REVISTA MAGNA. BUENOS AIRES
Más allá de las derrotas sufridas en los últimos tres fines de semana, lo que preocupa a un sector del oficialismo son las pésimas decisiones que la Presidenta está tomando.
Anatoli Kárpov es uno de los ajedrecistas más emblemáticos de la historia. Una de sus mejores cualidades es la capacidad que posee de remontar partidos con notable desventaja. Al respecto, el ruso expresó alguna vez: “El ajedrez es como la guerra, son luchas de estrategias. Cuando te comen una pieza el problema no es la pieza en sí, sino la debilidad mental que ello implica”. El campeón del mundo concluye su exquisito análisis diciendo que “cuando uno sabe que está en una situación desfavorable muchas veces se obliga a tomar decisiones impropias que no las tomaría en situaciones normales; es ahí donde uno pierde el partido (o la guerra). No en la pieza (o batalla), sino en las debilidad que esa pérdida logra; si uno se sobrepone a eso puede recuperarse tranquilamente”.
Se sabe que la Presidenta no es una amante de los trebejos, pero cuán importante sería que conociese los consejos de Kárpov. Cristina ha perdido un par de piezas sumamente importantes (Buenos Aires y Santa Fe) pero todavía su victoria en octubre no corre peligro, claro que no deberá caer en la debilidad de tomar decisiones incorrectas que pongan en riesgo su futuro.
Fernández(s) inoportuno(s)
El ex Jefe de Gabinete Alberto Fernández fue una de las personas de mayor confianza del matrimonio “K” durante los primeros cinco años de gobierno. Amigo íntimo de Néstor, era esperable que no sea desleal con sus ex jefes; pero sin el ex presidente en éste mundo, todo cambió. Luego de dar serios indicios de que ya no era seguidor del actual gobierno, la semana pasada publicó una carta criticando duramente a Cristina. Entre otros improperios, Alberto la calificó de fabuladora.
Semejante ataque del ex ministro se debe a la manera en que tuvo que abandonar el gobierno kirchnerista. Allá por fines del 2006, Alberto fue uno de los principales promotores de “Cristina presidenta” (incluso más que Néstor); él era uno de los que pensaba que la entonces senadora era la más indicada para continuar con el modelo kirchnerista. Una vez electa Cristina, Alberto tuvo que soportar (como Jefe de Gabinete) la peor crisis que haya vivido el gobierno del matrimonio “K”: el conflicto agropecuario. Tiempo después de la crisis, se supo que en la madrugada siguiente al voto “no positivo” de Cobos, el propio Néstor le comunicó a su esposa que era conveniente renunciar. Alberto recibió la noticia en un despacho de la Casa Rosada junto a Mazzón (vocero) yAníbal Fernández ; luego de cortar el teléfono salió corriendo para la quinta de Olivos. Nadie sabe qué pasó en esa reunión entre Cristina, Néstor y Alberto; lo cierto es que luego de ese encuentro se desechó la idea de la renuncia presidencial. Una semana después, Alberto renunció a la jefatura de gabinete convirtiéndose en la única víctima de peso del conflicto con el campo.
En un reciente libro autobiográfico de Cristina, ella misma manifiesta que Alberto Fernández nunca quiso que ella fuera presidenta. En ese marco debe entenderse la carta de Alberto a los medios. Lo que no puede comprenderse es la reacción de Aníbal y Cristina denostando al ex ministro; puede aseverarse que con eso no se ha ganado ningún voto, pero sí se han perdido varios. ¿No fue acaso Alberto un kirchnerista de la primera hora? ¿No pensaron Cristina y Aníbal que puede existir gente que simpatice con las ideas de Alberto que decida mudarse a la oposición?
Papelón evitable
Ningún analista político objetivo entiende por qué Cristina decidió que Filmus debía presentarse a la segunda vuelta. Más allá de la diferencia irremontable que Macri consiguió el 10 de julio, los hechos desafortunados relacionados al cristinismo (Fito Paéz y Schoklender) hacían prever que la brecha, no sólo no se achicaría, sino que se estiraría. Ante semejante panorama, sólo una mentalidad condicionada por una desventaja pudo verse obligada a actuar de tal manera. “Cuando estás desorientado o perdido es cuando más crees en los milagros” dice un sabio refrán religioso.
Con los hechos consumados, y viendo que hubo un 63,5% de porteños que escogieron a uno de los representantes más paradigmáticos de la oposición, la Presidenta no tuvo otra opción que cometer un acto poco frecuente en el estilo kirchnerista: dejó el principio desafiante que la caracteriza y llamó a Macri para felicitarlo por su rotundo triunfo. No se juzga aquí si está bien o mal que Cristina haya levantado el teléfono, sino que se hace hincapié en que -una vez más- procedió de manera distinta a lo que hubiese sucedido en circunstancias normales.
Castigo al más leal
Muchas veces se lo ha acusado a Agustín Rossi de ser más papista que el Papa. Se lo ha visto en infinitas ocasiones defender a sus líderes (Néstor primero, Cristina ahora) con un tesón y una lealtad envidiables. ¿Quién transpiró más la camiseta que él en las maratónicas sesiones cuando se trató la famosa ley 125? Incluso se ha escuchado a más de un funcionario oficialista decir que “si hubiéramos tenido un Rossi en el Senado (el jefe de la banca era Pichetto), no habríamos perdido”.
Analistas políticos de la provincia de Santa Fe expresan que “el chivo” perdió por ser demasiado Cristinista. “El campo no olvida” se leyó en más de un periódico santafesino. Con todo lo dicho sorprendió la falta de apoyo que Rossi padeció horas después de la votación. Hasta pudo leerse un twitt de Aníbal Fernández sentenciando que “seguramente nos hemos equivocado a la hora de elegir el candidato en Santa Fe”.
Pero eso no fue todo. Cristina recibió en su despacho a Maria Eugenia Bielsa (ganadora de la elección a legisladores provinciales), pero le negó la oportunidad de tener una reunión post elección al propio Rossi. Bielsa consiguió 14% de sufragios más de los que obtuvo el actual Diputado Nacional; ¿cómo se explica? Maria Eugenia es hermana de Rafael, hombre kirchnerista pero no Cristinista. ¿Es lógico entonces castigar a un cristinista y premiar a una no cristinista?
Retomando las palabras de Kárpov, Cristina tiene una torre menos pero sabe que le alcanza para ganar en octubre. Ahora bien, deberá cuidarse de que la “debilidad mental” no se siga apoderando de ella porque puede perder la dama en las primarias del 14 de agosto y entonces sí, la partida ya estaría perdida.