jueves, 23 de junio de 2011

LA CRUZ. TAPA. JUNIO DE 2011

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LA CRUZ. PÁGINA 2. ENTREVISTA A MARTÍN AMBORT


Martín Ambort. UCR
Ambort: “Estoy trabajando para
la gestión, no para la elección”
Confiado en que su tercera intendencia es un hecho, Martín Ambort no descansa un minuto y camina la calle a toda hora. Respeta a Héctor Colombo, pero cree que sus verdaderos rivales están dentro del radicalismo (Heriberto y Máximo Martínez).
Sólo los que están inmersos en los vaivenes políticos de la ciudad tienen un certero conocimiento de las posiciones enfrentadas que mantienen (desde hace un tiempo) el actual intendente Máximo Martinez y el presidente del Concejo Deliberante Martín Ambort. Para todos aquellos ciudadano que todavía no estaban al tanto de dicho enfrentamiento, la presente entrevista hablará por si sola.
Teniendo en cuenta que pertenece al mismo partido de Máximo y que es el presidente del Concejo Deliberante, para su gestión como intendente ¿usted propone una continuidad del modelo de Martínez o un rotundo cambio?
Propongo un modelo totalmente distinto al gobierno saliente de Máximo Martínez. Quien me conoce y ha vivido durante mi intendencia hace 20 años sabe que mi manera de actuar es radicalmente diferente.
Obedeciendo a la discrepancia que mantiene con la actual gestión, ¿Cuáles son las principales mejoras o diferencias que les propone a los ciudadanos de Villa Allende?
Es imprescindible mejorar los servicios; sobre todo en lo que tiene que ver con la seguridad, obviamente en concordancia con la policía provincial. Salud, deportes y servicios sociales tienen que ser los rasgos distintivos de nuestra gestión. Creemos que hay una cantidad de obras de vital importancia demoradas y las vamos a poner en ejecución desde e primer momento que llegue a la intendencia.
Tan corto como certero se lo observa a Ambort en sus declaraciones. Con sólo estar a unos metros del ex intendente, se puede percibir que uno está frente a un político que derrocha experiencia y que sabe mejor que nadie a lo que se enfrenta.
En el acto de apoyo a la candidatura de Colombo, De la Sota manifestó que destinará una importante suma de fondos para remodelar el Hospital de Villa Allende. ¿Qué piensa usted al respecto?
Al hospital hay cambiarlo completamente, hay que darlo vuelta. Pero no sólo con fondos y más infraestructura como propone De la Sota. Hay que hacer una correcta identificación precisa de las responsabilidades de la municipalidad en la atención primaria en el Hospital. Para eso no hace falta que venga un candidato a Gobernado a decirnos que tenemos que hacer con nuestro Hospital.
Los años pasaron pero Ambort no perdió su espíritu audaz y confrontativo; ni un líder como De la Sota logra intimidar al candidato radical.
Hay una realidad innegable y es que la ciudad cambió positivamente con sus primeras dos gestiones, ¿Qué propone para una tercera?
La gente me recuerda todos los días que la ciudad comenzó a crecer y cambió cuando yo era intendente. En lo referente a obras, es urgente comenzar con las cloacas. Además ya estoy trabajando para construir el segundo anillo de circunvalación con la ciudad de Córdoba. Ya hemos iniciado conversaciones con los propietarios e inversores para llevar a cabo la obra. Además, vamos a construir una serie de puentes para mejorar el tránsito en la zona céntrica de la ciudad.
Sin tomar respiro, y con una sonrisa picarona como cómplice, Ambort hace hincapié en una llamativa situación: “Algo que es de particular interés para mi es el completamiento del playón deportivo. Es curioso porque esa obra la dejamos hecha en un 50% nosotros hace 20 años y ahora tenemos que venir a terminarla”.
En junio del 2010 en una entrevista para el periódico del Centro Comercial de Villa Allende, Ambort declaró que “no tenía en consideración presentarse como candidato a intendente”. Luego de que el periodista de La Cruz le recordara su frase, y previa interrupción espontánea de un vecino para saludarlo, Ambort dice exaltado: “Precisamente eso es lo que me hizo cambiar de opinión, el acompañamiento de la gente. Cuando empezamos a imaginar como sería el próximo período, todos concordamos en que era necesario una nueva gestión distinta, superadora, audaz y agresiva”.
Dueño de una cintura política como pocos en la ciudad, Ambort logró evitar el rumor que sostiene que la verdadera razón por la que hoy es candidato es porque no quería –de ninguna manera- que Heriberto Martínez volviera a tener poder en Villa Allende.
Concretamente, ¿Qué relación mantiene con el diputado nacional Heriberto Martínez?
No tengo ninguna relación con Heriberto. Es un dirigente histórico del partido pero hace mucho que no lo veo, no se dónde estará. No es tema de mi preocupación.
Sabemos que Fernández está incluido en su proyecto. ¿Qué pasó con los otros correligionarios luego de las interna?
Salvo el caso específico de Carlos Paz que creo que renunció al partido, estoy muy conforme con el acompañamiento del partido a mi candidatura. A pesar de que no les ha tocado el placer de la representación al sector de Julio Loza (salvo el caso específico de Fernández), nos han brindado su apoyo y acompañamiento como corresponde a un partido político. Estando ya en la recta final. ¿En qué lugar se encuentra?
Tenemos mediciones propias, conocemos las mediciones oficiales del gobierno y estamos más que tranquilos. No nos enloquecemos, pero tampoco nos relajamos. Sabemos que tenemos que seguir caminando la calle porque no nos olvidamos que –en definitiva- nuestra propuesta es puramente participativa y buscamos constantemente la participación del vecino. Nos quedamos con la tranquilidad de que las encuestas nos dan bien.
Desafiante y hasta con un cierto grado de soberbia, Ambort agrega: “Estamos trabajando para la gestión, no para la elección, por eso buscamos incansablemente la participación de la gente”.
Colombo mantiene una relación más que buena con los líderes provinciales de su partido. ¿Cómo define su situación dentro del partido a nivel provincia?
Tenemos relaciones porque compartimos más de 30 años de militancia. En el caso de Aguad estamos comprometidos a apoyar su candidatura a gobernador y con Ramoncito Mestre tenemos una relación de amistad fraternal que nos une.
Para finalizar, el histórico líder radical se despide con un pedido hacia los ciudadanos: “Que advierta lo que se viene. Que si está atento y se une a mi propuesta estamos a la puerta de construir un Villa Allende en el que todos vamos a vivir mejor”.
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LA CRUZ. PÁGINA 3. ENTREVISTA A HÉCTOR COLOMBO


Héctor Colombo. Partido Justicialista
Colombo: “Le voy a ganar a Martín Ambort, no a todo el radicalismo”
El candidato de Unión por Córdoba sabe de la predominancia del radicalismo en Villa Allende y prefirió personalizar la campaña. Está convencido que la elección será totalmente polarizada y que el envión conseguido en las últimas semana le permitirá vencer a Ambort.
Yo no le voy a ganar al radicalismo, le voy a ganar a Ambort. Tengo bien en claro que Martín Ambort no representa a todo el radicalismo sino sólo a una parte de ese partido; las duras internas de la UCR así lo demuestran. Estoy seguro que muchos radicales me van a votar a mi, van a votar al verdadero cambio”.
Como a cualquier candidato, muchas cosas se le podrán reprochar a Héctor Colombo, pero no la decisión y el convencimiento. Quien haya tenido la posibilidad de hablar personalmente con el candidato justicialista se habrá encontrado con una persona totalmente convencida de sus posibilidades de acabar con la hegemonía radical en la ciudad de Villa Allende.
En el acto que realizó en el Salón Parroquial, el candidato a gobernador José Manuel De la Sota prometió destinar fondos para realizar importantes cambios en el Hospital. Puntualmente, ¿Qué es lo que tienen pensado hacer?
Concretamente en el Hospital lo que tenemos planeado es una renovación para admisión de emergencias. Para ello creemos necesario mejorar la o implementar la calidad de las radiografías y todos los análisis y estudios necesarios. En lo que se refiere a la salud, vale agregar que vamos a crear cuatro centros periféricos de atención primaria en los lugares estratégicos de la ciudad. Esto se debe a que el 85% de las atenciones que realiza el Hospital se deben a atenciones primarias.
Mientras se realizaba la entrevista en el primer piso de la casa de una partidaria justicialista, en la planta baja el equipo técnico de Colombo no paraba de trabajar. La noche ya había caído hacer rato (eran las 22:30hs) y un grupo de alrededor de 20 personas seguía trabajando incasablemente en la campaña.
Teniendo en cuenta que Ambort es sinónimo de Obras, -además del Hospital- ¿que otras obras propone para la ciudad?
Nosotros nos basamos muchos en las necesidades que tiene la gente común. De acuerdo a eso, en lo que respecta a grandes Obras nos vamos a centrar en las Cloacas y un adecuado desagüe fluvial. Estas dos obras (además del hospital) nos parecen las más urgentes que deben realizarse inapelablemente en Villa Allende.
En el tema de las cloacas sabemos que el proyecto ya está pero lo que hace falta es “gestión”. Nosotros estamos en condiciones de gestionar a nivel nacional los fondos que hacen falta para llevar a cabo la obra.
La calidad humana de Héctor Colombo es bien conocida por la mayoría de la ciudad. En sus diez años al frente del Juzgado de Paz, el justicialista a demostrado ser una persona interesada en la justicia social de los ciudadanos. También es conocido que no es una persona que le guste el ostentamiento (se lo ve circular en una recoleta). Generalmente, este tipo de personas suelen tener como déficit la capacidad de visión o gestión. Con total seguridad, puede afirmarse que para nada es el caso de Colombo. Sabiendo muy bien dónde está parado, el candidato nos manifestó que “desde el primero de abril (cuando arrancamos la campaña) nosotros decimos que la forma para ganarle al radicalismo es construir. Se le gana con propuestas, con planes, con transparencia, con nuevos centros vecinales”.
¿A qué se refiere concretamente?
Hay que proponer algo diferente, hay que abrir el municipio a la gente. Hoy se observa una estructura cerrada de la municipalidad; nosotros queremos que el ciudadano común tenga un fácil acceso a la municipalidad. Hay que transparentar lo máximo posible al poder ejecutivo, ya sea en su economía, en su funcionamiento, en la cantidad de empleados que tiene, en la información que se le da al vecino. Proponemos un modelo totalmente distinto a lo que hay hoy, y a lo que el radicalismo viene ofreciendo en los últimos años.
No es la única fórmula que se proclama como la alternativa al radicalismo. La mayoría (incluso Ambort) dicen ser el cambio que la ciudad necesita…
Nosotros comenzamos esta campaña teniendo como objetivo ser la alternativa que proponga un cambio al actual gobierno. Luego de ver todas las otras fórmulas y conocer que Ambort no representa un verdadero cambio a la gestión municipal, te puedo decir con tranquilidad que nuestra lista es “ése cambio” que imaginamos en un principio.
Cuando el periodista de “La Cruz” le consultó a Colombo sobre el escándalo que provocó la investigación de ADN sobre Martín Ambort (reveló que debía más de 50 mil pesos en impuestos), el representante de Unión por Córdoba demostró, una vez más, su modelo limpio de hacer política. “Me parece desleal hablar de Martín Ambort como persona. Esas cuestiones las tiene que evaluar el elector”. Sin embargo, adelantó que de llegar a la intendencia “voy a realizar todas las auditorias que sean necesarias para que quienes no hayan cumplido con sus obligaciones paguen las consecuencias”.
Falta solo una semana para el Día D. ¿En qué lugar está parado?
Nosotros no tenemos encuestadoras propias, pero si sentimos el acompañamiento de todos los vecinos que nos marca que vamos muy bien y creemos que estamos ganando la elección. Sentimos que la gente está pidiendo un cambio a gritos y nosotros somos ese cambio.
Hay gente que sostiene que el radicalismo es invencible en Villa Allende ¿Qué tiene para decir al respecto?
Lo primero que tiene hacer un político para ganar una elección es convencerse el mismo que la puede ganar. Yo tengo ese convencimiento; pero no es autoconvencimiento, sino que la gente en los distintos barrios me fue convenciendo día a día con su apoyo y respaldo.
Claro, punzante, convencido y entero se lo notó a Héctor Colombo. El candidato justicialista sabe que se encuentra ante una oportunidad única de destronar al radicalismo de la municipalidad y está dispuesto a aprovecharla. Para saber si el trabajo y el tiempo empeñado le alcanzan habrá que esperar hasta el 26 de junio, por el momento Colombo se despide con un deseo premonitorio que más de uno cree posible: “Sería un beneficio espectacular para Villa Allende que De la Sota sea el próximo gobernador, Echepare el legislador del departamento y yo el Intendente. Sinceramente, creo que hay muchas posibilidades de que esa situación sea posible”.
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LA CRUZ. PÁGINAS 4 Y 5. ENTREVISTA A SANTANDER. OPINIÓN. DE LA SOTA.


Alejandro Santander. Partido Intransigente
Santander: “Yo soy la alternativa
juecista en Villa Allende”
El empresario inmobiliario se perfila para ser la tercera fuerza. Le pegó muy duro a Ambort.
Hay que recuperar la dignidad que nos han robado aplicando la política del bolsón, de los subsidios, de los planes, etc. Eso es, primordialmente, lo que nosotros proponemos”. Sagaz y punzante se lo vio al candidato del Partido Intransigente durante toda la entrevista. Desde el inicio disparó munición pesada. Luego de atacar al radicalismo, enfatizó: “La herramienta que nosotros tenemos es la cooperativización”.
Todos los candidatos que se presentan dicen ser el cambio verdadero a esta gestión. ¿Qué tiene para decir al respecto?
Ambort no puede decir que es el cambio porque él es parte de este gobierno; nunca se fue del Concejo, pertenece a la gestión actual. Que ahora venga a decir que él es el cambio me parece una actitud poco seria de Ambort, poco responsable; y la gente ya se está cansando de eso. Hace 28 años que vienen con el mismo verso y la gente ya no se los cree.
Usted compartió con el candidato radical cuatro años en el Concejo. ¿Qué tiene para decir sobre esa convivencia?
Ambort tenía cuatro concejales de su partido, si no estaba de acuerdo hubiese renunciado. Lo que pretendía era usar la caja del Concejo Deliberante. El CD tiene presupuesto propio y Ambort sabía que le iba a hacer falta para la campaña; el presidente del Concejo es el que maneja el presupuesto. Teniendo ese privilegio puede “distraer” los fondos para llevar a adelante su campaña con la propaganda política que crea necesaria.
Que Ambort diga que era un monobloque o que estaba solo en el Concejo me parece poco digno de un radical. Yo fui radical y me fui, pero sigo respetando los principios del radicalismo, los principios de Alem, de Irigoyen, de Illia y de Alfonsín.
No sólo hacia el radical apuntó Santander, sobre el representante del PJ expresó que “el problema del peronismo no es Columbo, sino la lista que lo sigue; se la armó toda Daniel Bellón que tiene una imagen muy mala en la ciudad. Por eso hoy hay tres listas distintas con justicialistas incluidos”.
Sobre la persona del ex Juez de Paz, el candidato de la lista 6 sentenció: “La propuesta de Héctor no me parece mala pero estamos en dos sendas distintas. El es justicialista y yo juecista. Intentamos hacer un tipo de alianzas pero por las diferencias partidarias no permitieron que prospere. No tengo nada que recriminar a Héctor Colombo como persona”.
Supongamos que hoy es domingo 26 de junio y son las 23 hs. ¿Cómo se imagina que va estar?
Yo me considero ganador. Vamos a ganar porque la dispersión del voto justicialista le ha hecho perder mucha fuerza a Colombo.
Desde 1983 gobierna ininterrumpidamente la UCR. ¿Cómo cree que afrontará ese partido estas elecciones?
Es la primera vez en 28 años que el radicalismo hace campaña sin utilizar la marcha radical. Es un mensaje que quieren dar de que no son lo mismo de lo que están ahora, pero no le va a alcanzar. Yo sólo tengo una cosa para decir: El 26, votá la 6.

El radicalismo y su capacidad de gestión se enfrentan a un justicialismo limpio y honesto
El próximo domingo la ciudad tendrá que elegir entre Martín Ambort y Héctor Colombo. La UCR pone en juego casi 30 años de predominio absoluto en las urnas.
E
l próximo domingo 26 de junio todos los ciudadanos de Villa Allende tendremos el derecho-obligación de elegir al político que guiará los destinos de nuestra ciudad por los próximos cuatro años.
Como hace mucho no sucede, nos enfrentaremos a un comicio totalmente polarizado. De las siete fórmulas presentadas en la justicia electoral, sólo dos tienen chances reales de obtener la victoria. El actual presidente del Concejo Deliberante Martín Ambort y el Juez de Paz de los últimos diez años Héctor Colombo, se enfrentarán en lo que pudiese ser una elección histórica para la ciudad.
La UCR ha sabido mantener un poder hegemónico en los últimos años que le permitió estar al mando del municipio desde el retorno a la democracia allá por 1983. Hoy, como hace mucho no sucede, el Partido Justicialista cree que se encuentra ante una chance única y -quizás- irrepetible de arrebatarle la municipalidad a su eterno rival.
Dejando de lado, por el momento, los partidos políticos y personificando la elección en los dos candidatos con posibilidades de obtener el triunfo, nos situamos frente al choque de dos modelos totalmente diferentes de vivir la política.
Por un lado, tenemos al ex intendente Martín Ambort. Existe una especie de idea generalizada y popular del radical similar a la que en su tiempo supo construir el ex presidente Carlos Menem.
Caminando las calles de la ciudad, uno se encuentra con una infinidad de rumores que ensucian la persona de Ambort haciendo dudar de la transparencia del candidato de la UCR. Sin embargo, hasta quienes crean o son emisores de los dichos terminan su frase con un “de Ambort se pueden decir un montón de cosas, pero nadie duda que Villa Allende creció lo que creció cuando él fue Intendente”. En la vereda de enfrente, Héctor Colombo presenta como principales cartas a la “honestidad” y “transparencia”. Más allá de su gestión en el juzgado de paz, lo que la gente común destaca del justicialista es que “todavía sigue andando en una renoleta”. La deducción popular es más que lógica: “Por lo menos no roba”. Faltan pocos días y -según las encuestas- cada voto será definitorio. Será cuestión, entonces de pensar con precisión y concentración qué es lo que a nuestra querida ciudad le hace falta. Si la capacidad de gestión que ya supo demostrar Martín Ambort, sin importar si eso incluye una supuesta falta de transparencia u honestidad; o la honestidad asegurada que nos ofrece Colombo con la única experiencia de haber sido Juez de Paz.

De la Sota lanzó oficialmente su candidatura con una megafiesta en el Orfeo Superdomo
Aguad (UCR) y Juez (Frente Cívico) ya habían oficializado sus deseos de llegar a la gobernación y sólo restaba confirmarse el candidato de Unión por Córdoba. ¿Apoyará el kirchnerismo a De la Sota?
on un marco imponente de más de 8000 personas el ex Gobernador José Manuel De la Sota lanzó oficialmente su candidatura para retornar al mando ejecutivo más importante de la provincia.
Una de las estrategias electorales del “Gallego” para vencer a Luis Juez parece ser contar con el apoyo de los personajes más importantes y carismáticos de nuestra Provincia.
Es por ello que en la presentación hubo diversos shows musicales con los cantantes más populares del cuarteto.
Además se contó con la presencia del mediático boxeador la “Mole” Moli, quien hace unos años había apoyado a Juez y declarado su favoritismo familiar por el radicalismo.
Además de los famosos, estuvieron presentes el actual gobernador Juan Schiaretti y el vicegobernador y candidato a intendente de la capital Héctor “Pichi” Campana. De nuestra ciudad, se destacó la presencia del candidato a intendente de la ciudad Héctor Colombo.
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LA CRUZ. PÁGINA 6. ENTREVISTA A CACHO ECHEPARE


“Cacho” Echepare. Candidato a legislador provincial
“Seculini es un legislador fantasma que sólo atiende a Jesús María”
El actual intendente de La Calera está metido de lleno en la campaña a legislador por el Depto Colón. En una entrevista exclusiva con “La Cruz”, Echepare cuestionó duramente al actual legislador del Frente Cívico y aseguró que -el 7 de agosto- De la Sota y él ganarán el departamento.
Generalmente se dice que uno nunca olvida sus raíces. Cuando Juan Domingo “Cacho” Echepare decidió abandonar su profesión de periodista y locutor para volcarse al terreno político, no fueron pocos los que creyeron que su paso iba a conllevar un sentimiento de superioridad sobre sus ex colegas. Más que errado fue ese presagio: el candidato a legislador por el departamento Colón conversó durante más de dos horas con La Cruz con plena disponibilidad y extrema cordialidad.
En Villa Allende estamos muy próximos a las elecciones a Intendente, pero no nos olvidamos de que el 7 de agosto vamos a elegir al legislador que nos represente. ¿Cómo está llevando a cabo su campaña?
A pesar de que la campaña se ha lanzado oficialmente el pasado sábado 4 de junio con la presencia del próximo gobernador de Córdoba –Juan Manuel De la Sota-, yo he venido trabajando hace tiempo en distintas localidades del departamento Colón. Tengo la experiencia de haber sido legislador antes y ahora tengo el placer de revivir las visitas a los intendentes. El encuentro con los intendentes es fundamental para el legislador; nosotros por lo menos dos veces a la semana recorríamos el departamento para encontrarnos con los distintos intendentes.
Usted es una persona que cuenta con la posibilidad de haber sido legislador e intendente. ¿Qué le suma eso a su candidatura?
Como usted dice, yo tengo la doble ventaja de haber sido intendente y legislador; yo se bien lo que le hace falta a cada intendente para que su municipio prospere.
Ser legislador no es sólo sentarse en una banca y levantar la mano para que se aprueben leyes. Yo creo que la tarea fundamental del legislador es recorrer la calle para saber que es lo que le pasa a los intendentes y llevar sus problemas a la legislatura.
Sereno pero seguro, Echepare comenzó a referirse al actual legislador departamental César Seculini (Frente Cívico). Cuando La Cruz le consultó sobre la gestión de Seculini, “Cacho” no dudó al sentenciar que “hoy nos encontramos con un legislador que no existe en el departamento Colón. Los mismos intendentes me lo dicen, sea del color político que fueren”.
Por su pasado como legislador e intendente, Echepare es un político más que autorizado para criticar con conocimientos de causas el actuar de Seculini: “Todos coinciden en que hoy tenemos una especie de fantasma como legislador que solo atiende a Jesús María. Localidades como El Pueblito, Cinco Esquinas, Pozo del Tigre, Malvinas Argentinas están retiradas y están necesitando de la ayuda del gobierno provincial”.
¿Qué cambios promete usted si logra obtener la banca que hoy ostenta Seculini?
Yo estoy seguro que con mi amigo, José Manuel (De la Sota), vamos a crear lazos que le permitan a todas las ciudades que lo necesiten, la atención que se merecen.
Hay que atender a la gente, visitar a los intendentes sin importar de que partido político se trate. Yo estoy al mando de La Calera y gobierno para los 29 mil habitantes que tenemos, no sólo para los que son de mi mismo color político. Cuando se accede a estos cargos debe adquirir un cierto grado de responsabilidad institucional que el actual legislador no la tiene.
Teniendo en cuenta que hoy usted es el intendente de La Calera, ¿Qué relación política tiene con el legislador?
A mi nunca Seculini me visitó. En todo el tiempo que estuve en la intendencia de La Calera, nunca recibí la presencia del legislador; y la mayoría de mis colegas me dicen lo mismo. Incluso intendentes del mismo color político de Seculini (Frente Cívico) se quejan por no ser tenidos en cuenta.
Algunas elecciones a intendentes ya se produjeron y otras están a punto de hacerlo. ¿Cuál es el panorama que tiene Unión por Córdoba en el Departamento Colón?
El juecismo no tiene lista propia en Villa Allende. El Frente Cívico esta pasando por un mal momento en todo la provincia. No tengo ninguna duda de que –de la mano de De la Sota- vamos a ganar en el departamento y en toda la provincia. Y quiero dejar en claro que no va a existir ningún tipo de rencores o recelos con los intendentes de otros partidos. Hace poco tuve la oportunidad de compartir una mesa con Máximo Martínez y puedo asegurar que mantengo una relación más que amistosa con él y con la mayoría de los intendentes del departamento. Vamos a Gobernar para toda la provincia, no sólo para algunos como lo hace Seculini.
Usted habla de una crisis del juecismo en el Departamento. ¿Cree que Seculini tiene alguna responsabilidad en esta situación?
Villa Allende, Pilar, La Falda y Río Ceballos demuestran el panorama poco alentador que tiene el Frente Cívico de cara a las próximas elecciones. En gran parte, esto es responsabilidad de Seculini; reitero, en los tres años y medio que estuve como intendente no recibí ni una llamada del legislador. Es una muestra de descortesía y hasta mala educación de Seculini. Pareciera que Seculini iba caminando por la Rivera Indarte y se topó con una banca; es como que se la encontró y no supo que hacer.
¿Conoce algún tipo de encuestas que refleje la situación de UPC en el Dpto Colón?
En el departamento Colón las encuestas nos dan muy bien. Hay localidades que no apostábamos a ganar y hemos vencido como en Río Ceballos. En Villa Allende estamos muy bien, al igual que en Saldán, Colonia Caroya y Salsipuedes. Habrá que solucionar algunos problemas en Jesús María. En La Calera obviamente se gana. Con eso me parece que nos alcanza para ganar el departamento.
A nivel provincial está claro que el líder es De la Sota, pero ¿Qué pasa a nivel Nacional? ¿Qué opinión tiene de Cristina?
Yo tengo esperanzas de que va a haber un arreglo. Tengo un fuerte rumor de que la próxima semana vienen Julio De Vido y Florencio Randazzo para hablar con José Manuel y espero (y creo) que lleguen a un acuerdo.
Nosotros siempre estuvimos con el proyecto nacional. Cuando yo me postulaba para renovar mi cargo como legislador hicimos un acto en Calera y tuve la oportunidad de conocer a Néstor Kirchner. Le conté que necesitábamos una escuela y hoy tenemos en La Calera la escuela más grande de Sudamérica. Hace un tiempo atrás yo me iba a encontrar con Néstor para saludarlo y agradecerle (nunca antes había tenido la posibilidad), lamentablemente cuatro día antes de nuestro encuentro el ex presidente falleció.
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DIARIO LA CRUZ. PÁGINA 7. "DESLEALTAD, EL PEOR PECADO POLÍTICO"


Después de su voto “no positivo”, Cobos había cosechado una gran popularidad. Hoy, el tiempo le pasó factura y el Vicepresidente no es candidato a nada.
eronistas de izquierda, peronistas de derecha, radicales, socialistas, conservadores, liberales y hasta “gorilas” reconocen que hubo un antes y un después de Juan Domingo Perón en la política argentina.
El General le aportó a la política nacional una impronta de pasión y vocación nunca antes vista en nuestro país. Podría afirmarse que fue el primer “animal político”; sin desmerecer lo hecho por personajes como Julio Argentino Roca, Bartolomé Mitre o Hipólito Irigoyen, el fundador del peronismo creo una manera de hacer política totalmente nueva para los argentinos.
Más allá de la ideología que posea cada uno, quien no esté dispuesto a ver este fenómeno es –seguramente- porque padece algún tipo de ceguera o problema en la vista. Quienes han estudiado la historia del peronismo con mayor intensidad (Loris Zannata en “Breve historia del peronismo” ó Hugo Gambini en “Historias del peronismo III”, entre otros) destacan a la “lealtad” como el elemento más notable e importante con el que construyó su basto poder.
Sin meternos de lleno en la historia de los orígenes peronistas (no nos alcanzaría el espacio para hacerlo) podemos profundizar en el cambio ideológico que Perón realiza durante su exilio. Quienes conocieron de cerca al General atestiguan que dicho cambio se debió –entre otras circunstancias- a la consideración personal de Perón de deslealtad por parte de algunos dirigentes de izquierda (con el Presidente Héctor Cámpora a la cabeza).
Resumiendo, para el hombre que cambió completamente el ámbito político de nuestro país, la lealtad es considerada una premisa inquebrantable para la construcción de cualquier espacio de poder.Imagen: alsurinforma.com Incluso cuando las tentaciones de poder inmediato atropellan a una persona con promesas de mayor popularidad o influencia en las altas esferas del poder, un político de raza (siguiendo los preceptos básicos de Perón) debe hacer caso omiso y demostrar ser una persona leal; de lo contrario será una víctima política más de nuestra historia. Julio Cleto Cobos es un claro ejemplo de esto.
De la cúspide al precipicio
Ni el mejor analista político o el más respetado especialista en predicciones podría haber estado cerca de augurar el estado actual del Vicepresidente Cobos allá por junio de 2008 (mes de máxima exposición del conflicto con el campo).
Revisando diarios o sitios Web de ese momento, puede observarse cómo muchas figuras del ámbito político aseveraban que el Vicepresidente –con su voto “no positivo”- se había fortalecido de tal manera que la presidencia era una cuestión de tiempo para él. No eran pocos los que dudaban de la posibilidad de concluir el mandato de Cristina; y focalizaban en Cobos al líder que el país necesitaba. Hasta varios encuestadores improvisaron sondeos en los que el mendocino ganaba con exagerada comodidad una “supuesta” o “posible” elección presidencial adelantada.
Amén de las consideraciones exageradas de la mayoría de los medios de comunicación, debe reconocerse y subrayarse dos puntos clave que nos ayudarán a comprender el andar de la política nacional:
En primer lugar, con su decisión de enfrentar a su líder o superior (Cristina), Cobos prefirió dejar de lado la lealtad para entregarse al oportunismo que le brindaron las mieles de una alta popularidad. La reacción lógica de cualquier vicepresidente en un momento tan crucial hubiese sido la de apoyar el modelo para fortalecer el gobierno al que se pertenece.
Consecuentemente, debemos admitir que luego de su “actitud rebelde”, Cobos obtuvo un protagonismo inusitado para cualquier vicepresidente y –si bien no al grado que algunos medios aventuraban como vimos más arriba- su futuro (por lo menos a corto plazo) prometía ser una especie de redención para el radicalismo.
Para clarificar el análisis, hay que subrayar la correcta decisión (el tiempo lo demostró) de los Kirchner de no exigirle en ningún momento la renuncia al problemático y rebelde Vicepresidente. Se transitó por un período en el que Néstor hizo bajar una orden incuestionable e inapelable de no ofrecerle ningún tipo de excusas a Cobos para facilitarle el camino y presentar su renuncia.
La sabia frase de Carlos Pellegrini, “En la renuncia al poder está todo el poder”, convenció al ex Presidente de que era preferible soportar una mala convivencia a seguir agigantando la popularidad del radical.
Aquellos que piensen que la pobre actualidad del Vicepresidente se debe (no a la falta de lealtad) sino al hecho de no haber presentado su renuncia a tiempo, deben recordar el caso de Carlos Alberto “Chacho” Álvarez. Otro gobierno, otras circunstancias, otros protagonistas, pero el mismo elemento (deslealtad de Álvarez a De la Rua) tienen idéntico resultado: magra actualidad política de Chacho.
Lealtad vs. Oportunismo
Quizás nos ayude a entender con más precisión la situación una comparación entre los dos vicepresidentes kirchneristas. Los memoriosos tendrán la posibilidad de recordar que la relación entre Daniel Scioli y Néstor Kirchner estuvo repleta de escollos y tropiezos en sus comienzos.
Las diferentes ideologías de los dos mandatarios, sumado al fuerte rumor de que Scioli era –en realidad- una especie de “delegado” que Duhalde había colocado en la fórmula para controlar al entonces presidente hacían tambalear al poder ejecutivo. En más de una ocasión se produjeron fuertes rumores y versiones sobre la renuncia del vicepresidente si Kirchner no le brindaba más protagonismo en el Gobierno.
Ante semejante panorama, Scioli podría haber optado por un polémico conflicto con Kirchner que le redituaría (a corto plazo) jugosas tapas de diarios e interminables horas en los distintos programas políticos de radio y televisión.
Sin embargo, el ex motonauta escogió la lealtad. Los resultados inmediatos parecían ser magros y escasos: no fue hasta las elecciones del 2007 que Scioli debió soportar estar relegado a un lugar poco protagónico (ser el vice de un presidente omnipresente que tenía el control absoluto del oficialismo).
Pero, ¿quién se animará a discutir el andar actual de Scioli? Tiene en sus manos a la provincia más importante de país (con la certeza de que la gobernará por cuatro años más) y es uno de los principales candidatos a pelear la presidencia en el 2015.
En otras palabras, Daniel Scioli es una de las personas con más influencias (léase “poder construido o acumulado”) en el país. Muy pocas figuras políticas (Cristina y –tal vez- el “chino” Zannini) gozan de más poder que el gobernador bonaerense.
El procesar “desleal” de Cobos ya todos lo conocemos. Los resultados también están a la vista: hoy Cobos no sólo no tiene un caudal de votos (popularidad) para candidatearse a ningún cargo ejecutivo importante, sino que ningún espacio desea contar con su presencia o apoyo en octubre.
El radicalismo y el socialismo ya confirmaron sus fórmulas (Alfonsín- González Fraga y Binner-Morandini). En el oficialismo, si bien todavía no se conoce al vice, su nombre es malapalabra y en el peronismo federal su persona está prohibida. Para Macri, Cobos sólo es un fantasma de la traición que no ayudará en nada al crecimiento del PRO. Por último, la Coalición Cívica de Lilita Carrió no tiene en sus planes realizar ningún tipo de alianza (y menos con figuras que restan más de lo que suman).
Como consecuencia, nos situamos frente a un político que siendo vicepresidente y a sólo tres años de poseer una popularidad avasallante, se encuentra deambulando en las penumbras sin tener NINGUNA POSIBILIDAD de salir airoso en un año puramente electoral.
Seguramente, a Cleto Cobos le hubiese ido mejor si obedecía la frase de Napoleón Hill (asesor personal del Presidente Franklin Delano Roosevelt en Estados Unidos): “La deslealtad lo marca a uno como siendo menos que el polvo de la tierra, y trae además el desprecio que se merece. La falta de lealtad es una de las mayores causas del fracaso de cada camino de la vida política”.
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DIARIO LA CRUZ. PÁGINA 8

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martes, 21 de junio de 2011

¿Cómo actuará Cristina frente a una crisis sin la presencia de su marido?



REVISTA MAGNA. BUENOS AIRES
El escándalo Schoklender y la candidatura del socialista Binner le restaron un par de puntos en las encuestas a la Presidenta. Ahora, algunos dudan de su victoria en primera vuelta.
En las próximas horas la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner lanzará oficialmente su candidatura para ser reelecta como la máxima autoridad ejecutiva del país. Lamentablemente para el oficialismo, no será una decisión tomada por conveniencia política o temporal, sino porque los plazos así se lo exigen. Más allá de los diversos análisis que cada politólogo pueda realizar, existe una certeza inapelable: es el peor momento que el kirchnerismo (o crsitinismo) atraviesa desde el notable aumento en la imagen positiva de la Presidenta que se inició con la muerte de Néstor Kirchner.

En la Casa Rosada se pensó que el aumento de popularidad positiva no se detendría; y que mientras más se retrasase el esperado anuncio de Cristina, más incertidumbre se fomentaría en la oposición. En su momento no parecía muy equivocado el análisis, pero absolutamente nadie se esperaba que un tal Sergio Schoklender viniera a patear el tablero y cambiar completamente el escenario político nacional.

Lo que en ocho años no supieron conseguir Mauricio Macri, Elisa Carrió, Eduardo Duhalde o cualquier otro líder opositor; lo logró un escándalo inesperado para propios y extraños: nunca antes (sólo el conflicto con el campo amenazó con hacerlo) una situación había incomodado de manera sumamente gravitante la estabilidad del Gobierno Nacional. Las encuestas así lo demuestran; no existe ninguna consultora (incluso las oficialistas) que no reflejen una importante caída en los niveles porcentuales que Cristina ostenta para octubre.

Lo anterior no hace más que incrementar el mar de dudas que sacude a la Presidenta desde hace unas semanas. Si bien es cierto que en un principio la "no formalización" de la fórmula oficialista se debía a la intención de molestar al oficialismo, en los últimos días esa intención había adquirido la representación de un boomerang. El escándalo Schoklender más esa especie de boomerang la pusieron a Cristina frente a una posición indeseada para cualquiera; la Presidenta se encuentra frente a dos dudas cruciales que -con seguridad- definirán su futuro inmediato.

La primera incertidumbre que la agobia no es nueva; se refiere a quien será su segundo en la fórmula que liderará de cara a las próximas elecciones. No es un problema menor, la elección del vicepresidente es una problemática histórica para el peronismo. El mismísimo Juan Domingo Perón lo sufrió en carne propia allá por 1973: el peronismo estaba inmerso en una reñida lucha entre subversivos y liberales; a cualquier político que eligiese el "general", los seguidores del otro bando pondrían el grito en el cielo. Tan sagaz como diplomática fue la decisión de Perón: eligió a su esposa Isabel Martínez.

Encrucijada similar sufrió el ex presidente Néstor Kirchner en el 2007 cuando tuvo que elegir a su sucesor (muchos piensan que el alejamiento del ex "acérrimo" kirchnerista Alberto Fernández se debió a dicha decisión). Estudioso de la historia cuando las decisiones cruciales lo ameritaban, “el pingüino” siguió al fundador del peronismo y escogió a su esposa. Para desgracia propia (y por razones obvias), Cristina no podrá seguir el camino de Perón ni de su ex marido.

Lo más cercano que podrá optar la Presidenta para imitar a sus antecesores será depositar la confianza en su cuñada Alicia Kirchner. De no ser así, la danza de nombres que se postulan para ese puesto es cada vez mayor. A los ya conocidos Amado Boudou, Sergui Urribarri, Jorge Capitanich se le sumaron en las últimas horas los de Carlos “el chino” Zanini y Martín Sabatella (para retener los votos socialistas que podrían fugarse hacia Binner).

Como le hubiese pasado a Perón o a Néstor, sea cual fuere el político que Cristina termine eligiendo muchos sectores del peronismo quedarán descontentos. No existe (tampoco existió ni existirá) una figura política que tenga una compatibilidad plena en todos los ámbitos del oficialismo.

Schoklender y la baja en las encuestas

La segunda situación indeseable para el oficialismo es la que por estos momentos más preocupa al círculo íntimo de la Presidenta. La hora de la verdad se acerca cada vez con más velocidad y la misión oficial de "inflar" las encuestas se vuelve cada vez más difícil de sostener.

Las encuestadoras fieles al modelo “K” (con Artemio López a la cabeza) sostienen que Cristina tiene el triunfo asegurado en primera ronda obteniendo un porcentaje cercano al 50%. Para que el ballotage no sea necesario, la Presidenta debe obtener más del 45% de los votos (sin importar cuanto obtenga el segundo) ó más del 40% aventajando por diez puntos al seguidor más próximo.

En los últimos días se produjeron un par de sucesos que provocan preocupación y hacen dudar - hasta a los propios oficialistas - de la veracidad de los números de los encuestadores cristinistas. La escandalosa malversación de los fondos públicos destinados a construir viviendas a cargo de las Madres de Plaza de Mayo ha provocado la baja (según los especialistas) de al menos cinco puntos en la imagen de Cristina.

Tal vez no sea atinado medirlo en números concretos, pero es claro que Schoklender y compañía han perjudicado la imagen de Cristina y sus intenciones de triunfar en primera vuelta. El lazo íntimo que une a la Presidenta y su entorno con Hebe de Bonafini es tan fuerte que es imposible diferenciar los daños colaterales que sufrieron ambas instituciones.


Pero no fue sólo Sergio Schoklender quien le quitó el sueño a Cristina; el gobernador de Santa Fe Hermes Binner resolvió (sorpresivamente) ir por la Presidencia liderando la fórmula que conforma con la cordobesa Morandini. Es conocido que el kirchnerismo cuenta con gran adhesión de los sectores más progresistas y también es sabido que Binner es uno de los líderes socialistas más influyentes y queridos del país.


Allí radica el temor del cristinismo: a Duhalde, Carrió o Alfonsí resulta difícil que el santafesino le robe una cantidad importante de votos. En cambio, la concordancia ideológica que poseen Binner y Cristina hace pensar que muchos electores que ya se habían decidido por la Presidenta puedan fugarse hacia el espacio liderado por el socialista.


No fueron días fáciles los que se atravesaron en las últimas dos semanas para el oficialismo; pero los anti “K” afirman que lo que pasó no fue lo más duro, sino que lo peor está por venir. Como sea, hay algo que si puede decirse con total tranquilidad de no estar equivocado: el veranito terminó para Cristina, llegó la hora de que la Presidenta demuestre su capacidad de mando y liderazgo para superar los escollos que le aparecieron (y le aparecerán) en la campaña electoral.
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