martes, 12 de julio de 2011

Ganó Macri, perdió Filmus, fracasó Cristina



REVISTA MAGNA. BUENOS AIRES

Las elecciones capitalinas significaron un mal peor de lo esperado para el cristinismo. Te contamos por qué la Presidenta es la principal perdedora de la elección.

Si nos quedamos con la mayoría de los titulares de todos los diarios del país o sólo dejamos pasar el hecho sin realizar un análisis de fondo, seguramente diremos que Daniel Filmus sufrió unaImagen: derekdice.blogspot.comImagen: derekdice.blogspot.com importante derrota en las elecciones capitalinas y fue el gran perdedor del fin de semana. Si, por el contrario, examinamos profundamente la primera elección del año llegaremos a la conclusión de que Filmus tiene más para festejar que para lamentar y que la gran derrotada fue la Presidenta Cristina Fernández deKirchner.
Existen varios elementos que nos permiten aseverar esto, iremos despuntando uno a uno lo más importantes.
En primer lugar, es imprescindible subrayar el estrepitoso fracaso de Juan Cabandié en su debut en la política. El hijo de desaparecidos lideraba como candidato a primer legislador una de las listas que apoyaba la candidatura de Filmus. Cabandié sólo obtuvo el 14,44% de los votos; es decir que la mitad de los capitalinos que optaron por Filmus decidieron no apoyar al Frente Para la Victoria (Cabandié).
No es un dato menor. Para comprender con exactitud lo dicho, debemos recordar la procedencia y el origen de Cabandié. Es, antes que nada, amigo íntimo de Máximo Kirchner (hijo mayor de la Presidenta); consecuentemente, pertenece al sector más fundamentalista de la agrupación juvenil “La Cámpora”. Cuando Cristina y Carlos Zannini optaron por Filmus (dejando de lado a Boudou) como candidato lo hicieron porque el senador medía mejor en las encuestas y eso posibilitaría darle un mayor impulso a la primera experiencia en las urnas de La Cámpora.
En el entorno íntimo del cristinismo se sabía que la derrota era inevitable, pero se pensó –erróneamente- que el nada despreciable 30% que se conseguiría sería una catapulta para lanzar al cristinismo puro (La Cámpora) de cara al futuro. Desde está perspectiva podremos entender el grito efusivo de Juan Quevedo (vocero del FPV) cuando cerca de las 18 hs del domingo sentenció en la sede de Filmus: “Hemos hecho la mejor elección de nuestra historia en la capital”. Sucede que a esa altura sólo se conocían los datos a boca de urna, que reflejan el porcentual obtenido por el candidato principal sin tener precisión si existió o no corte de boleta. Cuando comenzaron a llegar los datos oficiales y su supo el paupérrimo porcentaje obtenido por Cabandié los ánimos de la sede justicialista cambiaron radicalmente: la euforia se convirtió en decepción.
Resumiendo, Juan Cabandié era la apuesta del cristinismo. Las diferencias de Cristina con Filmus fueron, son y serán notorias. A Cristina le molestó el rotundo triunfo de Macri, le molestó no consolidar el poder que goza a nivel nacional en la capital; pero lo que le dolió profundamente fue el desastroso lugar en el que quedó su espacio: La Cámpora.
Si Perón lo dice…
Cuando a Juan Domingo Perón le consultaban sobre los rumores o posibles situaciones que podían ocurrir, el General contestaba siempre con la misma frase: “La única verdad es la realidad”. En el Gobierno cristinista, muchas veces suele pensarse –desobedeciendo la frase del ex presidente- que hay situaciones que pueden crearse. Artemio Lopez (principal encuestador del oficialismo) es uno de los encargados de construir sensaciones mediante sondeos que reflejan –últimamente- espejismos que se contradicen con la realidad (o como diría Perón, la verdad). Los comicios del domingo pasado son una clara muestra de ello.
La última encuesta que Artemio López dio a conocer antes de las elecciones le daban al candidato del PRO 35,7% y a Filmus 30,8. Pronosticó una diferencia de menos de cinco puntos y –finalmente- la brecha que hubo entre los candidatos fue de 19,1 puntos. A su vez, López sostiene que en la capital Cristina tiene más del 60% de imagen positiva. En contrapartida, los números reales de la elección demostraron que menos de la mitad de ese supuesto 60% eligió al candidato de Cristina y que más del 70% votó en contra de Cristina.
Más desopilantes aún son los números que había anticipado Ibarómetro (otra consultora “K”). En una nota publicada en el diario Tiempo Argentino (oficialista), Ibarómetro pronosticaba que Filmus ganaría la elección obteniendo el 30% de los votos contra el 27% logrado por Macri. Al espejismo creado por las encuestadoras hay que sumarle la sensación de éxito seguro que 678 y TVR promulgaban en la TV; los ciclos comandados por Gvirtz sostenían que el PRO había llegado a su fin y que la ciudad sería “conquistada” por el cristinismo.
Es por eso que las encuestadoras (las oficiales, se debe exceptuar a las independientes como Poliarquía que estuvieron muy cerca del resultado final) son las otras grandes perdedoras de la elección capitalina. Mirando hacia el futuro inmediato, lo sucedido en Capital nos debe servir a todos los argentinos para no caer en las “ilusiones” creadas por los operadores oficialistas. Porque son los mismos encuestadores que pronosticaban el éxito de Filmus en la ciudad de Buenos Aires los que vaticinan que Cristina triunfará cómodamente en primera vuelta en octubre.
Párrafo aparte merece la ética profesional de los involucrados. ¿Es posible que profesionales como Artemio Lopez o Doris Capurro (Ibarómetro) realicen un estudio que arroje resultados tan erróneos? ¿ó (como dice la oposición), el Gobierno Nacional pone dinero para distorsionar los resultados de los sondeos propios? Si el segundo interrogante tiene una respuesta positiva, no debemos dejar pasarlo por alto; estaríamos ante un delito aberrante tanto ético como penal.
Presentarse o no presentarse, esa es la cuestión
La pesadilla de Cristina en la ciudad no tiene fin. Es cierto que la paliza de la primera vuelta ya pasó, pero el 31 de julio Filmus deberá presentarse para perder en la segunda vuelta. La derrota es irremontable y sólo se resignará a perder por menos de 20 puntos. Por estas horas en el cristinismo se discute si es conveniente presentarse al ballottage sabiendo que la victoria es imposible. Bajarse sería una muestra de debilidad que el oficialismo no estaría dispuesto expresar; algunos memoriosos incluso dicen que si Filmus se baja, la oposición recordará las acusaciones de Néstor a Menem de antidemocrático cuando el riojano se bajó del ballottage en el 2003.
Si bien es cierto que la baja de Filmus haría dudar de la fortaleza del oficialismo, el presentarse le da al cristinismo el penoso escenario de afrontar sólo derrotas hasta las primarias del 14 de agosto. El 24 de Julio, el cristinista Rossi no sólo perderá ante el socialismo en Santa Fe, sino que los últimos sondeos lo encuentran peleando el segundo lugar con Del Sel (PRO). Una semana después, Cristina recibiría una nueva derrota escandalosa en Capital (hoy las encuestas marcan a Macri 63% contra 37% de Filmus). El 7 de agosto (una semana antes de las internas) las elecciones en Córdoba sumarían malas noticias para Cristina: las negociaciones con De la Sota fracasaron y los tres candidatos con posibilidades (De la Sota, Aguad y Juez) se consideran opositores al Gobierno Nacional.
Los tiempos de victorias en provincias chicas quedaron en el pasado para Cristina; en el horizonte electoral sólo observa derrotas y más derrotas en las urnas. ¿Podrá, a pesar de ello, obtener la tan ansiada victoria en primera vuelta en octubre?
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